Dentro de todos los gustos, la mayoría se va por la cerveza, el baile, la lectura u otras cosas, en mi caso el café es ese toque mágico. Eso de estar en una fiesta y que tus amigas tengan café porque saben que no tomas alcohol, es lo más genial que puedes experimentar (si no lo haz hecho, ¡inténtalo!)
El olor, el sabor y una buena taza de café en la mano, sí, ¡una buena taza de café! puede generar tantos buenos recuerdos como también muy buenas costumbres, por ejemplo, en mi caso: el ir por un mokaccino antes de un concierto, una tarde con mi manager dedicada únicamente a tomar café o que la gente a mi al rededor sepan que nunca le diré que no a una taza de café.
Este liquido tan maravilloso que de pronto tuvo tantas coincidencias en mi vida, ¿no les ha pasado que hay temporadas en que solo ven cosas de cierto color o cierta forma? Pues si, me ocurrió lo mismo, de un tiempo para acá se presentaron en mi vida los separadores con una cafetera, hojas con olor a café, una agenda con esa temática, mi cantante favorito (mejor conocido como mi marido) con una canción de cappuccino, cumpleaños donde el mejor regalo era un pozole y una taza de café, grupos de k-pop con canciones de coffee shop, stickers de cafeteras, hasta una pulsera hecha con granos de café (que desafortunadamente se me rompió muy rápido porque siempre estaba jugando con ella porque quería que me quedaran los dedos oliendo a café, ja)
En fin, creo que ya leyeron mucho la palabra café (les dije que no era buena redactando) así que, dejaré hasta aquí este primer post.
Ya se los dije pero ¿por qué no, repetirlo una vez más? ¡Bienvenidos! Disfruten de este espacio loco, como yo estoy difrutando hacerlo.